Sin título

......................... ven, mira, siente... quédate

sábado, 30 de julio de 2011

Precaución.


















Pon aquí tu herida, junto al rasguño (...) ya todo duele menos.


No te acerques,
nunca te acerques
a la hoguera semiapagada
de un ex amante.


Podrías quemarte las entrañas
en un amor que no ha muerto.

d / jvl. (Leído ayer, hace algunos años).

domingo, 24 de julio de 2011

Quadrigésimo sexto.


























No comprendo del todo esto de escribir viejos textos,
pero de pronto aparecen cuando menos lo espero.

Y no se trata de adivinarlo,
ya que mi tiempo se vuelve espejo y recuerdo,
un recuerdo que me pone con la cara al viento,
aire-reflejo de un lejano tiempo.
Y es que ahora me resulta más placentero hacerlo
que casi muero en los intentos.
Tal vez es que ya me estoy poniendo viejo sin saberlo,
¿o será qué ya no sé lo que estoy diciendo?

Y es que esto de escribir viejos textos,
me pone a pensar que cuando uno se queda solo,
es decir,
sin el tiempo, sin los ruidos, sin el mundo,
en fin, sin los otros,
en realidad uno no se queda solo, uno se queda consigo mismo:
basta sólo con mirarse al espejo, hurgar en la mirada
y buscarse en lo profundo.

Pero pronto amanecerá
y la realidad sé que me espera -siempre con su extremo peso-
vuelvo entonces al mundo de los nuevos textos,
las onomatopeyas de la rutina recordándolo están.

Es hora... ya es tiempo,
esto de escribir viejos textos puede esperar,
hoy es fiesta para mi alma y cuerpo,
mi quadrigésimo sexto me celebra ya.

sábado, 23 de julio de 2011

Emergencia.


















Emergencia-urgente-emergente-urgencia.

De lo solo que se siente el dispositivo de voz y texto,
del silencio abrumador que hoy tiene,
de la ausencia de su sonido que es presente,
del vacío que se escucha, cuando éste despierta
y miente...

Urgencia-emergente-emergencia-urgente.

viernes, 1 de julio de 2011

Paréntesis.


















El mundo entre nuestras imágenes quedó
detenido. Suspendido.

Del vuelo de pájaro emprendido, mi vida
patadeperro se volvió:
hoy soy un animal erguido de cuadrúpedo sentido
que la realidad reclama -muerto o vivo-
como principio dialógico de complejidad extraña,
holograma de búsqueda y camino,
de mirar sinfin mirada, mirar-mirada de ciclo recursivo.

Así que, oh!, pájaro pegado al cable,
que al mismo tiempo eres ave y descarga eléctrica
de alta tensión,
dame la gracia -por hoy- de no ser aire,
que es el findevuelo que hiere, y es duelo
que silencia mi corazón.

Vuelodepájaro, tú; patadeperro, soy.