Sin título

......................... ven, mira, siente... quédate

domingo, 24 de julio de 2011

Quadrigésimo sexto.


























No comprendo del todo esto de escribir viejos textos,
pero de pronto aparecen cuando menos lo espero.

Y no se trata de adivinarlo,
ya que mi tiempo se vuelve espejo y recuerdo,
un recuerdo que me pone con la cara al viento,
aire-reflejo de un lejano tiempo.
Y es que ahora me resulta más placentero hacerlo
que casi muero en los intentos.
Tal vez es que ya me estoy poniendo viejo sin saberlo,
¿o será qué ya no sé lo que estoy diciendo?

Y es que esto de escribir viejos textos,
me pone a pensar que cuando uno se queda solo,
es decir,
sin el tiempo, sin los ruidos, sin el mundo,
en fin, sin los otros,
en realidad uno no se queda solo, uno se queda consigo mismo:
basta sólo con mirarse al espejo, hurgar en la mirada
y buscarse en lo profundo.

Pero pronto amanecerá
y la realidad sé que me espera -siempre con su extremo peso-
vuelvo entonces al mundo de los nuevos textos,
las onomatopeyas de la rutina recordándolo están.

Es hora... ya es tiempo,
esto de escribir viejos textos puede esperar,
hoy es fiesta para mi alma y cuerpo,
mi quadrigésimo sexto me celebra ya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario